Aprende a identificar los recursos que se convierten en tus ladrones tiempo, con el fin de que puedas gestionarlos y, así, disfrutar de más tiempo libre.
En general, creemos que el mal manejo de nuestro tiempo siempre es culpa de terceros. De los clientes que nos piden todo a última hora. De nuestro jefe que nos llama después de finalizar la jornada laboral y los fines de semana. De nuestro sector o industria en el que todo se hace siempre sin planear.
Además, también le echamos la culpa al celular porque la gente no para de llamarnos ni escribirnos mensajes de WhatsApp. Al diseño de las oficinas en las que trabajamos, ya que por ser cubículos abiertos, o simplemente tener cerramientos de vidrio, es imposible tener privacidad y generar momentos en los que uno se pueda concentrar. Al correo electrónico porque en la empresa hacen un muy mal uso de él y nos copian en un montón de mensajes sin sentido. A las múltiples reuniones a las que nos citan, pues nuestra empresa sufre de reunionitis aguda.
Y así podríamos llenar páginas y páginas de agentes externos que nos interrumpen durante el día y nos roban nuestro tiempo para trabajar. Sin embargo, el problema real no son los demás; somos nosotros mismos. El problema no son los hechos ni las cosas que nos rodean, sino la forma cómo los abordamos y los gestionamos.
"Los ladrones de tiempo no son sujetos sino la forma como abordamos dichos sujetos."
Por ello, debemos entender que los ladrones de tiempo no son sujetos ni elementos en sí mismos, sino que los ladrones de tiempo son los usos que hacemos de ellos. Es más, somos nosotros mismos con nuestra actitud y con nuestros comportamientos los que permitimos que entes internos o externos se vuelvan ladrones de nuestro tiempo.
Los ladrones de tiempo más comunes y que afectan a la mayoría de las personas son la forma como gestionamos las visitas inesperadas en el puesto de trabajo, las llamadas, los sistemas de mensajería (como Skype y WhatsApp), la cantidad de información que está a nuestra disposición, los viajes laborales, el Internet y las redes sociales, y hasta la misma forma como archivamos los documentos que nos llegan.
CÓMO GESTIONARLOS
Cómo podrán darse cuenta, todos estos elementos tienen en común la importancia que representan para hacer de nuestros días jornadas más productivas. Pero igualmente, al ser mal manejados o aprovechados pueden llegar a convertirse en el mayor problema en la gestión de nuestro tiempo.
Si nos damos cuenta de que el mal manejo de alguno de estos elementos es característico o repetitivo en nuestro comportamiento, lo que debemos hacer es implementar medidas para eliminarlo de nuestras vidas, reducir el tiempo que le dedicamos o aplazar la interrupción que este elemento nos genera.
1. ELIMINAR
Es la medida más drástica pero igualmente la que mejores y más rápidos resultados da. Cerrar las cuentas o perfiles en redes sociales, dejar de leer noticias, cancelar algunos viajes de trabajo son opciones para eliminar de nuestras vidas los ladrones de tiempo. Sin embargo esto no siempre es posible ni deseable y por ello no siempre podemos aplicarlo.
2. APLAZAR
Esta medida es adecuada para lograr momentos de máxima concentración y hacer nuestros días más productivos. Además, aunque no nos priva de disfrutar de elementos o personas que nos hacen felices, sí nos ayuda a hacer que estos distractores nos ocupen cuando hemos terminado el trabajo o en otros momentos que no nos demanden gran concentración.
3. REDUCIR
Si definitivamente no podemos eliminar un ladrón de tiempo de nueras vidas ni tampoco somos capaces de aplazar el momento que le vamos a dedicar, la única opción que nos queda es reducir la cantidad de tiempo que le dedicamos a él.
"La mejor forma de acabar con los ladrones de tiempo es aplicando una de las tres reglas: eliminarlo, aplazarlo o reducir su tiempo."
Para cada uno de los ladrones de tiempo existen acciones específicas que podemos implementar con el ánimo de eliminarlos, aplazarlos o reducir su uso durante el día. En próximas publicaciones abordaremos cada uno de ellos.
Por el momento solo nos queda invitarte a reflexionar sobre el estado de tus metas y los planes que tienes para lograrlos y cómo los ladrones de tiempo te están afectando en su ejecución. Pero especialmente, sobre las acciones que estás dispuesto a hacer para que los ladrones de tiempo dejen de robártelo.
Compártenos aquí cuáles son tus mayores ladrones de tiempo y te ayudaremos a eliminarlos, reducirlos o aplazarlos en tu día a día.