Clave para la fijación de metas
- Juan P. Lema
- 15 mar 2019
- 4 Min. de lectura
MƩtodo infalible para fijarte metas que te harƔ lograr lo que te propones en menos tiempo y ser mƔs exitoso.

TODO EL TIEMPO NOS ESTAMOS FIJANDO METAS
Las personas estamos continuamente fijĆ”ndonos metas en la vida, tanto consciente como inconscientemente. Cuando decimos voy a ver este capĆtulo de la serie y no mĆ”s, nos estamos fijando una meta. Cuando decimos me voy a comer una tajada de torta solamente, tambiĆ©n nos estamos estableciendo una meta. Si decimos: voy a leer tres pĆ”ginas mĆ”s hasta terminar el capĆtulo del libro, tambiĆ©n nos estamos demarcando una meta. O al decir voy a caminar 10 minutos mĆ”s, nos acabamos de fijar igualmente una meta.
Todas las anteriores son situaciones cotidianas de las cuales estĆ”n llenos nuestros dĆas, pero que en general no nos sentamos a analizar al momento de decirlas o pensarlas y, mucho menos, nos detenemos a tratar estas situaciones cotidianas como si fuera la fijación de una meta. Cuando en realidad eso es lo que estamos haciendo.
Pero asĆ como tenemos en el dĆa muchĆsimos momentos de los anteriormente descritos, tambiĆ©n tenemos en nuestras semanas varios momentos de anĆ”lisis en donde de manera mĆ”s consciente y racional nos detenemos a revisar los sueƱos que queremos alcanzar y nos fijamos metas especĆficas para ellos.
āContinuamente nos estamos fijando metas, tanto consciente como inconscientemente."
Uno de los momentos mÔs evidentes para todas las personas son los inicios de año. En esta época todos hacemos, de una u otra manera, un balance del año que termina y de los cambios que queremos implementar en nuestras vidas para el año que comienza. Es asà como nos detenemos a pensar y nos establecemos metas concretas como este año voy a bajar 3 kilos, voy a hacer ejercicio 4 veces por semana o voy a leerme un libro al mes, entre otros.
SOMOS MUY OPTIMISTAS
Lo que nos pasa en ambas situaciones, es decir, tanto en las que nos fijamos retos o metas inconscientemente de que lo son, como en aquellas en donde de manera deliberada fijamos el objetivo a alcanzar, es que somos demasiado optimistas al establecer dichas métricas. Y ser optimista es muy bueno en general en la vida, pero en la fijación de metas el problema viene después, cuando somos conscientes del esfuerzo, los sacrificios o las renuncias que debemos hacer para cumplir dichas metas en los plazos que establecimos.
La mayorĆa de las veces, cuando nos hacemos conscientes de todo lo que nos cuesta o implica alcanzar aquello que nos fijamos, nos da pereza continuar en el intento, empezamos a sentir que es algo muy difĆcil (casi imposible) de alcanzar y nos genera un sentido de frustración que nos lleva a abortar la meta y abandonamos el objetivo que tenĆamos.
Sin embargo, el abandono de esta meta lo hacemos llenĆ”ndonos de excusas, todas ellas quizĆ”s ciertas, pero que en Ćŗltimas lo que buscan es crear un mecanismo de defensa para no decirnos a nosotros mismos que fracasamos, pues a nadie le gusta sentirse como un fracasado y mucho menos decĆrselo ni que se lo digan. AhĆ es donde aparecen en nuestra cotidianidad frases como no he podido estar juicioso con la dieta porque este mes he tenido muchas fiestas o invitaciones. Esta semana no he podido hacer ejercicio porque he tenido mucho trabajo y me ha tocado quedarme en la oficina hasta tarde. En estos dĆas no he podido leer nada porque he llegado rendido a la casa y ademĆ”s me he tenido que poner a hacer las tareas con mis hijos.
EVITA ABORTAR TUS METAS
Por ello, para evitar caer en esta situación, existe una clave que podemos utilizar para fijarnos metas mÔs realistas que se ajusten a nuestra forma de ser y que el esfuerzo que nos demanda alcanzarlas no nos haga abortar el proceso. Consiste en que una vez nos fijemos la meta la partamos a la mitad en caso de que consista en hacer o alcanzar algo, o que dupliquemos el tiempo requerido para ejecutar la tarea en los casos en los que la meta esté asociada a un término o duración.
āUna vez te fijes una meta pĆ”rtela a la mitad o duplica el tiempo que estableciste para lograrla.ā
Esta regla es especialmente vĆ”lida para aquellas situaciones o hechos que nos cuesten, se nos dificulten o nos de pereza hacerlas. Porque entre mĆ”s difĆcil o aburrido es algo para uno, mĆ”s fĆ”cil serĆ” encontrar excusas para no hacerlo y abandonarlo en el intento.
AsĆ, cuando por ejemplo te fijes la meta de bajar 3 kilos, cĆ”mbiala por bajar 1,5 kilos. Cuando te digas que vas a hacer ejercicio 4 veces a la semana, cambia tu meta por hacer ejercicio 2 veces a la semana. Y cuando digas que te vas a leer un libro cada 30 dĆas, cambia dicha meta por leerte un libro cada 60 dĆas.
Te podrĆ”s estar diciendo en este momento que no tiene sentido ponerte una meta tan bajita si lo que de verdad quieres es bajar 3 kilos, hacer ejercicio 4 veces a la semana o leerte 12 libros en el aƱo. Sin embargo la clave en la fijación de metas es entrar en un cĆrculo virtuoso de quienes triunfan por cumplir sus metas y no en el cĆrculo vicioso de quienes se frustran y deprimen por no cumplirlas. Sobre este tema profundizaremos mĆ”s en una próxima publicación.
Pon en prÔctica esta regla en la fijación de metas y cuéntanos cómo te va.