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No esperes el año perfecto, diséñalo

  • Foto del escritor: Juan P. Lema
    Juan P. Lema
  • hace 5 días
  • 4 Min. de lectura

Empieza un nuevo año y con él llegan propósitos y buenos deseos que todos queremos cumplir. Pero sé realista; no esperes el año perfecto, ¡diséñalo!

No esperes el año perfecto, diséñalo

Un nuevo año llega cargado de promesas. De ser distinto. De lograr lo que siempre has postergado. De finalmente sentirte en paz, más productivo, más tú. Pero seamos sinceros: un buen año no sucede por arte de magia. No llega solo porque cambiamos el calendario o escribimos nuevas metas en una libreta o en un mapa de los sueños.


Un buen año se construye. No con deseos, ni con resoluciones olvidadas en febrero.Sino con intención. Con claridad. Con acciones pequeñas que alinean tu día a día con lo que realmente importa.


Por eso, hoy quiero invitarte a que no esperes a que todo sea perfecto para empezar. Empieza desde donde estás. Con lo que tienes. Con quien eres hoy.


Una visión no es una lista de deseos. Es una brújula.

Normalmente para el inicio de cada año pensamos en como hacer un tablero de sueños, en escribir afirmaciones o pegar frases motivacionales en los espacios en los que pasamos mayor cantidad de tiempo. Y claro que funciona, pero eso es solo la superficie.


Una visión poderosa no te dice qué lograr. Te recuerda cómo quieres vivir. Es una brújula interna. Una dirección. Y se construye desde una pregunta simple: ¿Cómo me quiero sentir este año que comienza?


Esa es la base. Lo demás —las metas, los hábitos, las decisiones— deben alinearse con esa emoción.


Porque cuando eliges cómo quieres sentirte, empiezas a construir una vida que protege esa sensación. Le dices no a lo que te drena. Y sí, con firmeza, a lo que te hace bien.


Por eso, te comparto estos cinco pasos para que diseñes el año que viene de manera que sea un año ganador para ti, te ayude a y totalmente memorable en tu vida:


1. Elige tu tema del año


No pienses inicialmente en un objetivo. Piensa primero en una emoción. Una frase que sea tu guía, tu mantra. Puede ser algo como:


  • Paz interna sobre presiones externas

  • Hecho es mejor que perfecto

  • Más foco, menos distracción 

  • Con intención, no con inercia

  • Disfrutar sin culpa

  • Tiempo para mí


Que sea una frase corta, fácil de recordar. Escríbela y colócala donde la veas a diario. Que tu entorno te la recuerde cuando tu mente trate de olvidarla (o la olvide).


2. Visualiza tu año desde el corazón, no desde el deber


Construye una imagen emocional de cómo quieres vivir. Puedes hacerlo con un tablero o mapa de los sueños visual (físico o digital) o simplemente con una página de tu diario o agenda.


No elijas imágenes por lo bonitas. Elige las que te hablen. Las que se sientan verdaderas. Las que despierten algo dentro de ti. Las que te conecten con esas emociones y anhelos profundos de tu corazón.


¿Te gustaría sentirte más libre? ¿Más creativo? ¿Más ligero? ¿Más conectado? Elige desde ahí. Porque el propósito de visualizar no es planear un futuro ideal. Es recordarte lo que ya está listo para cambiar hoy.


3. Define tus rituales, no tus pendientes


Las metas a veces abruman. Los rituales reconectan. En lugar de llenar tu lista de “deberías”, elige de 3 a 5 pequeños rituales que te acerquen a esa sensación o emoción que elegiste como guía desde lo más profundo de tu corazón. Algunos ejemplos podrían ser:


  • Caminar 30 minutos en silencio al final del día

  • Apagar el celular a las 9:00 p.m. y leer un capítulo de un libro

  • Tener una cita semanal contigo mismo: tomar un café, ir al parque, reflexionar 

  • Escribir tres líneas de gratitud cada mañana

  • Hacer algo creativo solo por diversión una vez a la semana


Lo importante no es que sean grandes. Lo importante es que sean tuyos. Que te hagan sentir más tú.


4. Crea un entorno que te acompañe


No confíes solo en tu memoria o tu fuerza de voluntad. Ellas se agotan o se ocupan con el ajetreo que trae el nuevo año. Confía en tu entorno para que sea esa gran ayuda que necesitas para lograr lo que quieres.


Imprime tu visión. Pega tu frase guía en el espejo o colócala como fondo de la pantalla de tu celular. Coloca tu lista de rituales en la nevera. Lleva siempre contigo en la cartera o morral algo simbólico que te recuerde quién quieres ser este año.


Lo que ves a diario moldea lo que haces a diario. Y lo que haces a diario, crea tu vida.


5. Revisa sin juzgar


Cada semana, haz una pausa. Pregúntate con honestidad: ¿Estoy viviendo en sintonía con lo que quiero sentir?


Si la respuesta es sí, celebra. Y hazte consciente de todo aquello que ha facilitado este logro para que lo sigas cultivando. Si la respuesta es no, no te castigues. No dramatices. No digas “ya arruiné todo”. Simplemente reajusta.


Lo bonito de tener una brújula interna es que puedes corregir el rumbo en cualquier momento. No necesitas esperar al lunes. Ni a enero. Ni al momento perfecto.


¿Qué hace real a una visión?

La visión se vuelve real cuando tus acciones la respaldan. No cuando la afirmas. No cuando la sueñas. Cuando la vives.


El universo no entiende tu tablero de Pinterest ni tu mapa de los sueños. Entiende tus patrones.


Cada vez que:



Estás encarnando tu visión. Estás dejando de esperar. Estás diseñando tu año.


Este nuevo año, en Time Es Cool, queremos ayudarte a que logres más trabajando menos tiempo. Y sobre todo, que sean cosas más significativas.


Que no vivas en automático. Que te atrevas a rediseñar tu rutina desde la conciencia. Que cada decisión sume bienestar y no solo productividad. 


Te invitamos a utilizar nuestras herramientas – blog y podcast – y a contratar nuestros servicios: talleres, cursos, conferencias y programa de inmersión, diseñados para ayudarte a enfocarte, planear con intención y, sobre todo, vivir con propósito. Porque el mejor momento para diseñar tu año no es enero. Es hoy.


Y el mejor diseño no empieza con metas. Empieza con una emoción.

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