La regla del martes cualquiera
- Juan P. Lema
- 25 sept
- 4 Min. de lectura
¿Eres de los que se pasa añorando vivir momentos especiales sin darse cuenta de que de tu felicidad depende de un martes cualquiera?

Si alguna vez te has sorprendido soñando con las próximas vacaciones, el momento de la jubilación o esperando con ansias el fin de semana para "por fin" disfrutar, no estás solo. La mayoría de nosotros vivimos así: soportamos semanas pesadas y nos aguantamos trabajos tediosos para saborear apenas unos pocos momentos especiales cada año.
Pero, ¿qué pasaría si te dijera que la verdadera clave para una vida más feliz no está en esos grandes eventos, sino en un martes cualquiera?
Hoy quiero hablarte de algo que cambió mi forma de ver el tiempo, que me llevó a crear Time Es Cool y que puede transformar también tu vida: la regla del Martes Cualquiera.
La regla del Martes Cualquiera
Esta idea es sencilla pero poderosa: La calidad de un martes cualquiera es la medida más real de tu satisfacción con la vida. Piénsalo bien.
Pasamos más del 80% de nuestro tiempo en días "normales", esos en los que no pasa nada extraordinario: ni fiestas, ni viajes, ni celebraciones. Pero que tienen una gran incidencia en nuestra sensación general de felicidad.
Y sin embargo, nos obsesionamos con mejorar el otro 20%: vacaciones, cumpleaños, fines de semana. Reflexiona entonces, ¿qué sentido tiene tener sábados espectaculares si tus martes son un caos o un aburrimiento total?
Cuando logras que tu martes promedio sea un 8/10, todo cambia:
Las malas noticias duelen menos.
Las buenas sorpresas se disfrutan mucho más.
Dejas de vivir solo para los grandes momentos y empiezas a disfrutar de todo el camino.
Cómo mejorar tu martes (y tu vida)
La mayoría de los consejos de productividad buscan que llegues a la cima: que logres más, que seas el mejor, que alcances la perfección o el 10/10.
Pero la regla del Martes Cualquiera te propone algo diferente: levanta tu piso. Haz que tu "día normal" sea más agradable, más manejable, más tú. Y este es un método práctico para lograrlo de una manera fácil y sencilla:
1. Diseña tu martes ideal
No se trata de imaginar un día perfecto lleno de playa y margaritas. Se trata de construir un martes realista, uno que puedas vivir con tu trabajo, tu familia y tus compromisos actuales.
Haz este pequeño ejercicio:
¿A qué hora te gustaría despertarte?
¿Cómo sería tu rutina de mañana ideal?
¿Qué tipo de pausas te gustaría tener durante el día?
¿Cómo quieres sentirte al final de la jornada?
¿Qué actividades pequeñas (pero significativas) podrían mejorar tu día?
Por ejemplo, para una mamá trabajadora de 38 años, su martes ideal podría incluir:
10 minutos de estiramiento al despertar
Desayunar sin el celular
Hacer una caminata corta en la hora de almuerzo
Leer 5 páginas de un libro antes de dormir
Nada inalcanzable. Solo detalles que suman bienestar.
2. Cierra una brecha, no todas
El gran error al intentar mejorar nuestra vida es querer cambiar todo de golpe. La clave está en cerrar una sola brecha a la vez.
Identifica un pequeño punto de fricción en tu martes y actúa sobre él:
¿Siempre llegas corriendo a las reuniones de la mañana? Prepárate la ropa y el bolso la noche anterior.
¿Te sientes agotado antes de terminar el día? Agenda una pausa de 10 minutos a media tarde para desconectarte.
Un solo cambio puede mejorar mucho más de lo que imaginas.
3. Agrega una pequeña alegría
Añade conscientemente un pequeño momento de felicidad a tu martes. Incluye deliberadamente algo que te saque una sonrisa; algo que te haga feliz. Puede ser algo tan simple como:
Escuchar tu canción favorita mientras vas al trabajo.
Prepararte un café especial a media mañana.
Hacer una llamada rápida a alguien que quieres.
El truco está en hacerlo conscientemente y proteger este momento con uñas y dientes. No lo dejes para cuando tengas tiempo. Hazlo parte de tu día, como una cita inamovible con alguien muy importante. ¿Y piensa quién puede haber más importante en tu vida que tú mismo?
4. Elimina una fuga de energía
Todos tenemos actividades o hábitos que no nos gustan y nos drenan la energía sin darnos cuenta:
Revisar el celular 50 veces por hora.
Participar en reuniones interminables e innecesarias.
Comenzar el día sin saber cuáles son tus prioridades.
Elige una fuga de energía, solo una, la que más te impacte, y sé implacable eliminándola. Por ejemplo, puedes empezar poniendo el celular en modo "No Molestar" entre las 8 y las 10 a.m. para que puedas aprovechar tu momento de mayor concentración. O usar la técnica del "bloque de poder": reservar 90 minutos sin interrupciones para sacar adelante lo más importante de tu día.
La idea no es que seas perfecto, sino que cada martes se sienta un poquito más liviano y satisfactorio. Ten presente que la vida no está hecha de momentos épicos. Está hecha de martes cualquiera.
En Time Es Cool, creemos que aprender a manejar tu tiempo no es solo para trabajar más rápido o llenar más tu agenda. Es para vivir mejor y más feliz, todos los días.
Si te interesa seguir aprendiendo técnicas prácticas para mejorar tu día a día —y el de tu equipo o tu empresa— te invitamos a seguir leyendo nuestro blog, suscribirte a nuestro newsletter o solicitar una cotización de nuestros programas de formación.
Déjame saber qué pequeño cambio podrías hacer hoy para que tu próximo martes sea un 8/10, es decir, un martes cualquiera. ¡Te leo en los comentarios!