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Pequeños hábitos que cambiarán tu vida

Foto del escritor: Juan P. LemaJuan P. Lema

Si quieres ser más feliz y productivo, deja a un lado los comportamientos nocivos que realizas inconscientemente e implementa estos 25 pequeños hábitos que cambiarán tu vida para bien.


hábitos que cambiarán tu vida

Sentir balance o equilibro de vida es algo que no depende de un solo gran cambio en la forma en como vivimos o en la que hacemos las cosas. Es el resultado de una suma de pequeñas acciones que en conjunto redundan en nuestro bienestar y paz interior. 


Sin embargo, de manera inconsciente, todas las personas tenemos algunos comportamientos nocivos que nos llevan a deteriorar nuestra calidad de vida y en últimas a sentir estrés angustia y falta de equilibrio. 


Si te sientes así, no todo está perdido. Puedes implementar estos 25 pequeños hábitos que cambiarán tu vida para bien, pues estas acciones de autocuidado te garantizarán un aumento en tu felicidad y una disminución en tu nivel de angustia, estrés y ansiedad.


  1. En lugar de mantener abiertos el correo y el chat, revísalos solo tres o cuatro veces en el día. Así podrás mantenerte enterado y dar respuesta oportuna a todo lo que te soliciten, sin estar siendo interrumpido por cada mensaje que te llegue.

  2. En lugar de hacer las tareas largas en una sola sentada, pártelas en componentes más pequeños para que evites la procrastinación, pues todo lo grande se ve más complejo y es más difícil encontrar el momento adecuado para hacerlo.

  3. En lugar de dejar abiertas todas las ventanas y programas en tu computador para no olvidar lo que tienes por hacer, acostúmbrate a cerrar cada programa una vez lo utilices y centralizar tus pendientes en un solo lugar.

  4. En lugar de ser multitarea, realiza una sola cosa al tiempo para que logres un mayor nivel de concentración y obtengas así mejores resultados. Está demostrado que nuestro cerebro no es capaz de hacer dos cosas al tiempo, cuando ambas requieren de nuestra atención.

  5. En lugar de dejar las tareas difíciles para después, empieza tu jornada trabajando en lo más complejo, para que aproveches el momento de máxima energía. Esto te proporcionará un gran sentimiento de logro y satisfacción.

  6. En lugar de ponerte a limpiar y organizar tus correos y pendientes a primera hora de la mañana para definir qué hacer o por dónde empezar, hazlo al final de la jornada para que empieces tu día haciendo lo más importante. Ten en cuenta que tu máxima capacidad la tienes al empezar el día, no la desaproveches con tareas de poco valor.

  7. En lugar de trabajar sin descansar, toma pausas regulares con frecuencia durante el día, para que recargues tu energía y aumentes tu productividad. Recuerda que para ser productivo es tan importante trabajar como descansar, sin abusar de ninguno de los dos.

  8. En lugar de monitorear constantemente las redes sociales, define horas específicas para hacerlo y fíjate límites diarios de tiempo para cada una. Aunque son muy divertidas, están diseñadas para atraparte y robar tu tiempo sin tu autorización.

  9. En lugar de decir que sí a todo lo que te pidan, aprende a decir que no de una manera asertiva. Ten presente que cada sí que dices a otros, es un no que te dices a ti mismo, pues el tiempo que tiene cada día es fijo y nadie lo puede alargar.

  10. En lugar de revisar el teléfono tan pronto te despiertes, duerme lejos de él para que lo evites por lo menos los primeros 30 minutos del día. Así, harás que el comienzo de cada jornada esté diseñado para potenciarte y no para hacerte sentir mal.

  11. En lugar de tratar de hacerlo todo tú mismo, enseña cómo hacer las cosas y aprende a delegar para que otros te ayuden haciendo algunas actividades y tareas. Así lograrás que el tiempo te rinda más sin dejar de hacer cosas que deseas terminar.

  12. En lugar de picar muchos temas durante el día, establece días o momentos temáticos juntado tareas similares para su ejecución. Así aplicarás el principio de la organización que recomienda juntar iguales con iguales

  13. En lugar de tener todo en tu mente, anota tus tareas en una lista única de pendientes. Así utilizarás la mente para pensar y no para recordar. 

  14. En lugar de dejar todo para después, aplica la regla de los dos minutos para todo aquello que te pidan que puedas ejecutar rápidamente. Así evitarás que tu lista de pendientes crezca sin parar.

  15. En lugar de utilizar tu calendario solo para que otros te citen, trabaja desde el calendario separando en él momentos para hacer todo aquello que quieres lograr. Ten presente que las personas tendemos a hacer todo aquello que está programado y si tu no programas el tiempo que requieres para ti, alguien más te lo va a programar.

  16. En lugar de llevar tu teléfono a todas partes, define espacio o momentos sin celular para que vivas el aquí y el ahora. Aunque el teléfono es de mucha utilidad, mal utilizado te puede llevar no solo a perder tiempo, sino también a dejar de disfrutar.

  17. En lugar de vivir sin tiempo para ti, separa en tu agenda tiempo para tus actividades personales y vive así una vida plena. Ten presente que nadie más está preocupado porque tengas tiempo para tus cosas.

  18. En lugar de vivir sin planear, reflexiona siempre al final del día sobre lo que quieres lograr el día siguiente. Así terminarás todo lo que te propongas y podrás alcanzar mayores niveles de descanso y desconexión.

  19. En lugar de estar disponible todo el tiempo, incluyendo noches y fines de semana, establece cuáles son tus momentos y espacios de desconexión y socialízalos con tu jefe, compañeros y clientes. Fija límites que te den tranquilidad.

  20. En lugar de dilatar la toma de decisiones, limita el tiempo, la cantidad de alternativas a evaluar o el dinero a invertir para que tomes más decisiones y así puedas avanzar.

  21. En lugar de suponer lo que se espera de ti o sobre las condiciones de satisfacción de un pedido, valídalo con quien te lo está solicitando. Casi siempre que suponemos nos equivocamos y terminamos trabajando de más.

  22. En lugar de realizar todas tus reuniones sentado, realiza algunas de pie y hasta caminando para que tengan una menor duración. Así liberarás tiempo valioso para otras cosas que tengas por hacer.

  23. En lugar de buscar siempre la perfección, deja de invertir tiempo en una actividad cuando hayas alcanzado el 90% de lo esperado. Esto te ahorrará hasta el 50% del tiempo que te consume su ejecución.

  24. En lugar de guardar todo lo que llega a tus manos, almacena inteligentemente únicamente aquello que de verdad podrías llegar a necesitar. Ten en cuenta que guardar es un triple ladrón de tiempo y que el 80% de las cosas que guardamos nunca las volvemos a utilizar.

  25. En lugar de quejarte por que todo es un imprevisto, deja tiempo para ellos y así estarás preparado para poderlos atender. Ten presente que entre el 20 y el 30% de las cosas que hacemos en un día son imprevisibles.


Decídete a cambiar al menos uno de estos hábitos. No subestimes el impacto que un pequeño cambio puede tener en tu calidad de vida. Y recuerda lo que dijo Jim Rohn: “Tu vida no mejora por casualidad, mejora por el cambio”. 

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